Más que Primas somos Hermanas...

Y como no vas a serlo si juntas compartimos tantas cosas, tantas aventuras, tantos ataques de risa, tantos llantos, tantos, pero tantos momentos!
Has sido, y serás siempre, una de las personas importantes de mi vida mi primita linda. Con sólo dos meses de diferencia de edad estás en mis recuerdos más lindos, y los que mantengo más vivos también.
De chicas éramos inseparables. Yo te decía "Lita", no sé porqué... tú me decías "Mari", como sabiendo que de mayor sería el sobrenombre (de todos los que tengo) que más me gusta.
Te fuiste a vivir a Francia pero no perdimos el contacto. Yo te mandaba cartas con dibujos... unos palos flacos con cabeza y pelo. Tú me mandabas unos que eran como papas con cara. Y así nos entendíamos.
Volviste y me llevé la gran desilusión de mi vida. Ya no servían los dibujos, ahora podíamos conversar, pero noooooo! Tú hablabas un perfecto francés y no podíamos comunicarnos. "La Lita no me entiende" lloraba yo. Pasaron los meses y el idioma dejó de ser una barrera para que creciera nuestra amistad. Ahí comenzaron nuestras más grandes aventuras.
Éramos muy diferentes. Tú, bajita y bien flaaaaaca. Yo, grande y más entradita en carne. La tía Carmen dice que yo parecía tu mamá y que te cuidaba y protegía. De personalidad también éramos bien diferentes. Mientras a ti te gustaba salir a jugar al patio, correr y ensuciarte, yo prefería leer y ver tele. Pero no era problema... yo te chantajeaba regalándote juguetes si veíamos televisión toda la tarde en mi casa y tú en la tuya me enseñabas que también era entretenido aventurarse en el jardín. Además, encontramos e inventamos juegos que nos acomodaban a las dos: "El Exquisito", "Las votaciones", "Fantasilandia", tus columpios amarillos, las ferias de las pulgas que montábamos afuera de tu casa.
Me acuerdo de tus gritos supersónicos que espantaban a los perros bravos, de los golpes que te daba en la cabeza y tus combos en mi guata como medida de defensa personal, de los raptos del Coke y todas la pruebas que tenía que pasar para rescatarte.
Me acuerdo también como ya más grandes disfrutábamos al máximo de nuestros veranos en La Serena. Con la hora y media que nos daba de permiso mi papá para salir en la noche nos las arreglábamos para vernos mayores de 18, entrar a la Sundance, mover un rato el esqueleto, lograr uno que otro flechazo y correr al departamento a toda velocidad para no llegar ni un minuto tarde. Y aún así, lo pasábamos increíble. Cómo olvidar las "listas de gente conocida", las tardes en el Muelle, las peripecias para ir a bañarnos sin tener que pasear en bikini por toda la playa, el look "pupilén", y todas las cosas que, si recordamos ahora, podrían tener riéndonos una tarde entera.
Ahora mi Pitita estamos muy grandes. La vida nos da momentos de cercanía y otros de mucho alejamiento, pero quiero que sepas que siempre serás una de mis personas preferidas.
Te adoro y te quiero pedir que por favor tengamos aunque sea un hijo "de la edad" para que mi retoñito tenga la suerte de tener un primo(a), más que primo(a), hermano(a) o amigo(a) tan especial como mi Pitita, la mejor prima del mundo entero.
Te quiero mucho!
PD: Lo pasamos tan bien con Gabriel en el Norte, muchísimas gracias. Hay que repetirlo!